lunes, 19 de julio de 2010

a tí vengo a arrodillarme para alabarte

No debería tener miedo, pero al estar enamorada de la vida y sus manifestaciones y pensar en mis seres queridos la posibilidad de salir de este mundo, me dá nostalgia y tristeza.


Y al mismo tiempo, tengo nostalgia de aquél tiempo, en el que nuestras manos las podíamos fundir en la luz del Padre.
Santisimo!!!Que quiero gritar tu nombre y que entres en mí a quitar todo este temor, que no es el tiempo aún, Padre Santo llename y ayudame a seguir caminando.

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